sábado, marzo 04, 2017

Las falacias de los "anti-género"




"Los ideólogos de la ideología de género han sido pedófilos,
gente trastornada, gente que ha terminado... los que están vivos,
son gente que está en los hospitales psiquiátricos".



Desde hace algunos meses, un sector de la opinión pública peruana ha elevado una voz de airada indignación contra la supuesta imposición estatal de la denominada "ideología de género", la cual -según tales personas- amenazaría con destruir a la "familia tradicional" y por añadidura, con "homosexualizar" a los niños. Este "espontáneo" movimiento de ciudadanos preocupados por el candor de los infantes peruanos ha recibido el entusiasta apoyo del ala más conservadora de la Iglesia Católica, de algunas sectas cristianas y de ciertas agrupaciones políticas, y ha asumido como lema de su campaña la frase "Con mis hijos no te metas", impresa con un alegórico trasfondo azul y rosado.

¿Y cuál fue el casus belli que encendió semejante ira santa? Pues que en mayo del 2016 fue aprobado el nuevo Currículo Nacional de la Educación Básica, mediante la Resolución Ministerial N° 281-2016, en cuya página 16 puede leerse lo siguiente:



El vendaval de ataques contra el nuevo Currículo (que recibió una felicitación de la ONU recientemente) ha hecho gala de una serie de argumentos falaces que vale la pena analizar:

"Con mis hijos no te metas". La frase emblemática del movimiento, es en primer lugar, un claro ejemplo de sofisma patético (falacia emocional), que utiliza la imagen de ideólogos perversos, de inspiración foránea y enquistados en la burocracia estatal, buscando alejar a nuestros niños inocentes del seno familiar paradisíaco para arrastrarlos hacia el abismo de una sexualidad desenfrenada y enferma, "no natural". Ante semejante panorama, muchos padres asustados probablemente reaccionan sin siquiera tener claro el significado de "ideología de género", como publicó una encuesta hace poco. Nada en el nuevo Currículo, sin embargo, hace referencia a imposiciones ideológicas, más allá de la valoración de la igualdad de derechos para todos los seres humanos, que es inherente al espíritu de la Constitución Política del Perú

El aludir a amenazas imaginarias contra los niños y la familia no es una táctica nueva, por cierto. También fue utilizada por quienes se opusieron al voto femenino, en la primera mitad del siglo XX, y por quienes prohibieron la enseñanza de la teoría de la evolución en las escuelas públicas de los Estados Unidos, en la misma época (vale la pena ver la película "Heredará el viento", basada en el célebre "juicio del mono").  

"No homosexualices a nuestros hijos". Resulta claro que el leitmotiv de los enemigos de la "ideología de género" es un rechazo visceral hacia la homosexualidad. Aquí también se usa el sofisma patético para exaltar un prejuicio muy enraizado en nuestra sociedad, prejuicio que se ha visto desafiado en las últimas décadas por la lucha a favor de los derechos de la comunidad LGBT. Algunos son bastante elocuentes al respecto; por ejemplo, el periodista Phillip Butters, muy activo en las marchas convocadas por los "anti-género" y autoproclamado "machista", amenazó en el 2011 con patear a los homosexuales si los ve "chapando" frente a sus hijas. En una postura aun más extremista, el líder cristiano Rodolfo González llamó "cochinada" a la "ideología de género" durante un ritual religioso previo a la última marcha, clamando además por matar a las mujeres que tienen sexo entre ellas. (A propósito, ¿el incitar al crimen no es un delito?). En un video filmado durante la marcha mencionada se hizo patente no solo el discurso de odio que expresan muchas de estas personas, sino también su pasmoso desconocimiento sobre el tema.

Esta postura incurre en dos gruesas falsedades. En primer lugar, regresando al nuevo Currículo educativo, en ninguna parte se menciona la homosexualidad, por lo que la incesante alusión al tema constituye un argumentum ad náuseam (falacia de la repetición), por pretender que algo es cierto por el simple hecho de decirlo muchas veces. Además, la imposición no viene de quienes promueven el respeto para todas las personas, sin importar su orientación sexual u otra característica, sino más bien por parte de quienes anhelan mantener a toda costa su dominio ideológico sobre la población, excluyendo y fomentando el odio hacia un sector que no comparte sus dogmas; tal es el verdadero rostro autoritario e intolerante del fanatismo religioso y político, que por añadidura, quiere jugar al rol de víctima. En segundo lugar, no existe evidencia válida de que la orientación sexual (heterosexual, homosexual o bisexual) pueda ser modificada por la educación o cualquier otra influencia externa, por lo que aquello no pasa de ser otro mito producto de la ignorancia.



También es interesante recordar que el concepto de homosexualidad como enfermedad nació recién en el siglo XIX. En 1869 Karl-Maria Kertbeny introdujo el término "homosexual", y en 1886 Richard von Krafft-Ebing lo difundió en su obra Psychopatia sexualis, dentro de las "perversiones sexuales". No fue solamente una nueva palabra, sino que implicó la idea de singularizar a un grupo de personas en base a su orientación sexual, de modo que el preferir a las personas del mismo sexo ya no sería simplemente una característica más de algunos individuos ni una conducta aislada ("sodomía"), sino que definiría a tales personas en su totalidad. El ser homosexual implicaría además ser "anormal", en contraposición a la "normalidad" que representaría la heterosexualidad. Irónicamente, el propósito de Kertbeny al crear el concepto de homosexualidad y plantearlo como una condición congénita e inmodificable, fue eximir de culpa a quienes eran penados por una legislación que condenaba la sodomía como un vicio. En 1973 la homosexualidad fue eliminada del Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de los Estados Unidos, y en 1990 salió también de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud.

"Dios instituyó la familia". Por supuesto que el mayor respaldo para la defensa de los prejuicios y el "estado natural" de las cosas, es la alusión a una divinidad o a quien diga representarla, una forma de argumentum ad verecundiam (falacia de autoridad). Olvidan quienes exponen tales preceptos que el Perú es un estado laico, verdad que debería ser de perogrullo, pero que lamentablemente hay que recordarla continuamente. Por tal motivo, las citas a versículos bíblicos pueden ser relevantes para los creyentes, mas no debieran tener la menor cabida en la agenda política del país. Olvidan también que la familia en su versión "tradicional", como es defendida apasionadamente por los enemigos del "género" y los métodos anticonceptivos, probablemente no tenga vigencia más allá del Occidente de los últimos siglos. Pese a todo, para los abogados de la "familia tradicional", no solo existe una forma única e inmodificable de familia, sino que el rol del varón y de la mujer está "naturalmente" determinado, de modo que diferenciar entre sexo y género resulta para ellos innecesario y anormal. En este sentido, el Cardenal Juan Luis Cipriani hizo una analogía entre la enseñanza de la "ideología de género" y darle de "comer caca" a los niños.

Cabe recordar que la idea de un "orden natural" también fue utilizada por los exponentes de la segregación racial en el sur de los Estados Unidos hasta la década de 1960, bajo el lema de "separados pero iguales". Como puede verse en el lado derecho de la foto del encabezado, los que protestan utilizaban además el cuco del comunismo para rechazar la "mezcla racial". 



"¿Usted nació mujer?". Semejante pregunta -con el agregado: "¿o como dice el currículo, se hizo mujer a través del intercambio de roles y experiencia?"- fue formulada por la congresista Nelly Cuadros a la ministra de educación, Marilú Martens, hace unos días en una sesión del Congreso de la República, demostrando no haber comprendido el párrafo mencionado del nuevo Currículo (o no haber querido comprenderlo), y brindándonos además un buen ejemplo de falacia del hombre de paja, al hacer escarnio de un argumento ridículo luego de atribuírselo falsamente a la adversaria ideológica. Porque nadie en su sano juicio pretendería negar la esencia biológica del sexo, como igualmente nadie debería negar que existen aspectos sociales y culturales en los comportamientos considerados masculino y femenino, que no pueden ser explicados únicamente por la acción de los cromosomas X e Y.

En suma, la visión de respeto y no discriminación hacia otras personas por motivos de identidad de género, que ha quedado acertadamente plasmada en el nuevo Currículo Nacional de la Educación Básica, sumado al progresivo desprestigio de la homofobia en nuestra sociedad, han generado una reacción por parte de sectores conservadores que han creado un monstruo fabuloso llamado "ideología de género", contra el cual deben luchar para preservar una entelequia denominada "familia tradicional". Y no es novedad, sucedió algo similar en el pasado con la igualdad racial, la teoría de la evolución y el voto de la mujer.

Epílogo

Finalmente el Ministerio de Educación hizo algunas modificaciones al nuevo Currículo, que si bien no cambian el sentido original del documento, dejan el pésimo precedente de que la agenda educativa del estado se vea influida por el fundamentalismo religioso, el desconocimiento y las ambiciones políticas de algunos grupos.


Reporte de LA SEXTA TV sobre el tema

Artículos relacionados: